Saturday, January 6, 2024

TDAH-INTERVENCIÓN EN CONDUCTAS INTERNAS: NO GUARDA LOS TURNOS

Imagen extraída de educar es todo.com
 

Las dificultatdes que tienen los alumnos con TDAH para el control de los impulsos, provocan dificultades para seguir las normas de comunicación e interacción social. Una de estas normas es la de esperar su turno cuando participa en actividades grupales o cuando quiere decir algo. Veamos algunas estrategias que podemos utilizar para enseñar a nuestro alumno con TDAH a guardar los turnos:

  • Evita utilizar expresiones como: ¡Cállate!, ¿Otra vez?, ¡ya te lo he dicho, espera tu turno!
  • Refuerza claramente las conductas de autocontrol y de guardar el turno. Por ejemplo, cuando consigue esperar a que termines de formular tu pregunta sin contestar impulsivamente, puedes decir algo como: "¡te felicito! al escuchar hasta el final mi pregunta, has podido contestar correctamente". 
  • Utiliza una clave visual (por ejemplo, una señal de stop), para informar a tu alumno de que no es el momento de hablar o no es su turno.
  • Usa el aprendizaje tutorado, para que sea un compañero el que indique a tu alumno con TDAH, con una señal pactada, cuándo es su turno.
  • Indica a tu alumno cuándo es su turno, con expresiones directas y claras como "ya puedes hablar". Al mismo tiempo, muestra una actitud positiva y de interés hacia lo que tiene que decir y no realices comentarios irónicos o negativos al darle el turno de palabra.
  • Establece normas claras respecto a cuándo se puede o no intervenir. Haz hincapié en el inicio y final de cada uno de estos momentos. Recuerda estas normas antes de comenzar la actividad.
  • Acuerda una señal para pedir turno que no interrumpa la clase. Por ejemplo, levantar la mano, mostrar una tarjeta, hacer una señal acordada, etc.
  • Nombrar un moderador que regule los turnos. Procura que el moderador sea un alumno diferente cada vez. Dale a tu alumno con TDAH la oportunidad de ser moderador también. Esto le reforzará la integración de las normas para guardar los turnos.
  • Lleva un registro gráfico de los avances de tu alumno. Haz partícipe a tu alumno de este registro. Puedes enseñarle a registrar sus avances por sí mismo. Revisa periódicamente junto a tu alumno este registro y refuerza positivamente su esfuerzo y sus logros.
Material extraído del Seminario de TDAH de la Región de Murcia. Consejería de Educación, Formación Profesional y Empleo.

TDAH-INTERVENCIÓN EN CONDUCTAS INTERNAS: DEMANDA CONSTANTE DE ATENCIÓN

 

Imagen extraida de dreamstime.com


Una de las conductas de los alumnos con TDAH que más interfiere con el ritmo del aula o de las dinámicas familiares, es su necesidad constante de tener la atención de su maestro o de sus padres. A continuación veremos algunas estrategias que en ambos casos podemos emplear.

ESTRATEGIAS PARA PROFESORES
  • Lo primero que debes hacer es tomar conciencia de la dependencia emocional de los alumnos con TDAH. 
  • Acepta que tu alumno con TDAH percibe su necesidad de ser escuchado, atendido y querido, con mayor intensidad que los niños sin este trastorno.
  • Puedes conseguir que tu alumno se sienta de esta forma mediante actividades funcionales en el entorno escolar como el protagonista de la semana, el encargado de algo, elogiando su trabajo, entre otros ejemplos.
  • Promueve la participación activa de tu alumno durante tus explicaciones: haciendo preguntas, que sea tu ayudante en la pizarra, etc.
  • Adelántate a sus llamadas de atención antes de que se produzcan. Consiste en proporcionar pequeños momentos de atención a tu alumno antes de que los demande. Por ejemplo, salúdale con agrado y de una manera personalizada cada mañana, llámalo a menudo para que vaya a tu mesa para hacer algo, pasea por la clase y para en su mesa para observar y reforzar su trabajo, pregúntale si necesita algo, guiñarle un ojo o hacer una señal que sólo los dos sabéis para indicarle que está trabajando muy bien, decirle que estás orgulloso de él y de su rendimiento.
  • Permite que tu alumno se mueva, siempre que no sea disruptivo para los demás. Puedes darle funcionalidad a dicho movimiento.
  • Explica en voz alta, paseando por la clase y con apoyos visuales y auditivos novedosos.
  • Establece señas y normas para el control de conductas concretas: levantar la mano para hablar, mostrar una tarjeta para indicar que necesita tu ayuda, una señal para indicar que debe esperar su turno, etc.
  • Asegúrate que tu alumno con TDAH ha recibido las instrucciones completamente. Puedes pedirle que las repita delante de ti o que las explique con sus palabras. También puedes darle las instrucciones por escrito a modo de una secuencia de pasos que ha de ejecutar para realizar su tarea.
  • Sienta a tu alumno con TDAH al lado de un alumno tranquilo que pueda servirle de modelo positivo y pueda servirle de apoyo para cuando se sienta perdido o no sepa bien qué hay que hacer.
  • Utiliza la técnica de autoinstrucciones para que sea más autónomo y demande menos tu atención.
  • Dale retroalimentación constante cuando está aprendiendo o realizando una tarea de manera que vaya viendo que está realizando bien cada paso.
  • Para aumentar su sensación de competencia y de capacidad, y por lo tanto, para motivarlo, cuando programes una actividad de aprendizaje nueva, asegúrate de que los primeros pasos o ensayos tendrán un nivel de dificultad ajustado a la competencia de tu alumno con TDAH para que pueda realizarlo con éxito. Después ve aumentando la complejidad de la tarea progresivamente.
  • Tu alumno con TDAH necesita combinar períodos cortos de tiempo de atención con acción manipulativa. Es adecuado mantener una enseñanza activa y multisensorial. 
  • Haz uso explícito e individual del refuerzo social con tu alumno con TDAH. Refuerza no sólo sus logros, sino también su esfuerzo por mantener su atención y concentración en las tareas y cualquier otra acción que realice tu alumno con éxito.
  • Habla con frecuencia con tu alumno para conectar con él y que confíe en ti.
  • Cuando debas corregirle alguna actitud o acción, procura hacerlo de forma breve con frases simples y directas. Procura que sienta que le valoras y aprecias cuando le corrijas. 
  • Transmítele que eres su guía en el colegio y que estás ahí para cualquier cosa que necesite. 
  • Cuando le corrijas, transmítele la utilidad de equivocarnos. El "error como fuente de aprendizaje".
  • Establece una relación de respeto mutuo entre tú y tu alumno con TDAH. Utiliza siempre un lenguaje claro y conciso. Cuando debas llamarle la atención o dirigirte a él con contundencia, hazlo de forma directa pero siempre con respeto y de manera afable. 
  • Si tienes que expresar sentimientos negativos cuando estás enfadado con tu alumno, utiliza la siguiente fórmula: yo ei siento..... cuando tú haces..... Asegúrate de que tu alumno entiende que estás enfadado por lo que ha hecho pero no con él. No generalices su conducta con su personalidad. Por ejemplo, en lugar de decir "eres un mal alumno" di "lo que has hecho ha estado mal".
  • Cuando surja un conflicto, utiliza la comunicación asertiva. No le confrontes, ni presiones conductas o acciones cuando tu alumno está alterado.
  • Establece la consecuencia de la conducta de tu alumno, una vez haya pasado el conflicto.
  • Si te reta, te pone a prueba o muestra conducta desafiante, no lo tomes personalmente ni entres en su juego. Si ha hecho algo que debe ser reprobado, expresa de forma breve y directa que es lo que no apruebas de su conducta y dale tiempo para que reflexione.
  • Realiza tutorías individualizadas de 10 minutos con tu alumno con TDAH. Les servirán para que tu alumno sepa en todo momento qué esperas de él, recordar las señales o consignas pactadas para ayudarle a regular determinadas conductas, definir los límites, repasar las normas, que te comunique sus necesidades, etc. Procura que estas tutorías sean un espacio de comunicación positiva y no para criticar su conducta o amenazar con consecuencias.
  • Coloca de forma visual las normas de funcionamiento del aula en un lugar visible.
  • Aprovecha algunas situaciones con otros niños expresando en voz alta el modelo de conducta correcto. Por ejemplo, puedes decir: a ver a quién pregunto..... a Ana que está en silencio y con la mano levantada.
  • Refuerza la conducta correcta de tu alumno o cualquier aproximación. Cuando la refuerces, di en voz alta la conducta que estás reforzando. Por ejemplo: "me gusta cuando recuerdas que para hablar hay que levantar la mano y esperas a que te de el turno de palabra". Dale siempre las gracias por su conducta después de reforzarla.
  • En el caso de que interrumpa repetidamente, dale recordatorios de la norma e ignora la interrupción. No le hagas sentir mal porque no ha recordado la norma o porque todavía no ha conseguido aplicarla.
  • Puedes pactar con tu alumno una "interrupción aprobada". Por ejemplo, puedes permitir que tu alumno diga "profe, cuando puedas", para dejarte saber que necesita tu ayuda o necesita decir algo. Refuérzale cada vez que utilice esta estrategia.
  • En lugar de pactar una frase, puedes darle una tarjeta de un color o con una imagen que puede mostrarte y dejar sobre un extremo de la mesa cuando necesite tu atención. Si puedes en ese momento darle la atención, dásela, si no, da la vuelta a la tarjeta para que muestre una imagen u otro color que indique que ya sabes que tu alumno necesita tu atención, pero que debe esperar unos minutos a que puedas dársela.
Si tu alumno llama la atención mediante conductas disfuncionales, puedes:
  • Ignorar su conducta hasta que remita y prestar atención a la primera conducta adecuada que tenga. Aplica esta estrategia, sólo cuando la conducta de tu alumno no suponga un peligro para él o para sus compañeros.
  • Mándale salir del aula, por ejemplo, a realizar un encargo. Al volver a clase, refuerza la primera conducta adecuada que tenga.
ESTRATEGIAS PARA PADRES
  • Enseña a tu hijo a demandar tu atención de una forma adecuada, así como a esperar a que puedas dársela.
  • Establece normas para saber cuándo y cómo tu hijo puede demandar tu atención. Puedes pactar utilizar señales determinadas con la mano para indicar que necesita tu atención y otra para indicarle que debe esperar a que puedas dársela. 
  • Refuerza a tu hijo siempre que utilice las estrategias adecuadas para solicitar tu atención.
  • Puedes faciliarle guias, preguntas o esquemas para que pueda planificar sus tareas de estudio en casa.
  • Utiliza la técnica de autoinatrucciones para que sea más autónomo y demande menos tu atención.
  • Realiza plantillas de control de la conducta para la conducta concreta que estéis trabajando. Esta plantilla le permitirá ver cuántas veces ha logrado la conducta adecuada durante la semana y le motivará.
  • Provee un ambiente familiar estructurado con rutinas y horarios definidos.
  • Cuando no realice lo que le has pedido, no le grites. Dale la consigna una vez y espera. No se la repitas varias veces seguidas por si no la ha oído. Si no responde a tu consigna, ve a buscarle a donde esté y, sin gritar, dile que tiene que hacer lo que le pides. 
  • No le des varias órdenes seguidas ya que sólo podrá poner atención a la primera o la última y se abrumará, lo cual causará que sólo haga una cosa o ninguna.
  • Pídele siempre las mismas rutinas, esto hará que sea cada vez más autónomo.
  • Refuerza cada cosa que le has pedido y ha hecho, especialmente, cuando la ha realizado sin que se lo hayas pedido. Puedes registralo en una plantilla de rutinas o responsabilidades para que vea todas las que ha realizado bien durante la semana. Esto le motivará.
  • No razones demasiado cada vez que ha realizado algo mal o no ha hecho lo que le has pedido. Permite que te cuente sus razones y tú das las tuyas, pero de forma breve y concreta. Después, aplica la consecuencia a su conducta.
  • Recuerda que las consecuencias a las conductas no deseadas se deben cumplir siempre. No le amenaces con algo que no vas a poder cumplir.
  • Cuando estéis enfadados por algo que ha hecho, no hables con tu hijo en ese momento. Dile que estás enfadado por su conducta y que cuando estéis más calmados hablarás con él sobre lo sucedido.
  • Proporciona las consecuencias a la conducta de tu hijo (positiva o negativa) de forma inmediata. Intenta aplicar más consecuencias positivas que negativas.
  • Evita utilizar las consecuencias negativas de forma encadenada. Por ejemplo, si has tenido que aplicarlas dos veces seguidas, dale la oportunidad a tu hijo de hacer algo positivo para poder retirar una consecuencia negativa.
  • Cambia los refuerzos frecuentemente para que tu hijo no se habitúe a ellos y pierdan su efecto motivador.
  • Procura que los refuerzos/consecuencias negativas y positivas sean proporcionales a la conducta de tu hijo.
  • Anticipa la conducta de tu hijo y recondúcela antes de que aparezca.
  • Colabora con el profesor de tu hijo para darle la recompensa en casa por aquellos logros que ha conseguido en el colegio durante la semana.
FUENTES:
- Seminario de TDAH de la Región de Murcia. Consejería de Educación, Formación Profesional y Empleo.
- Orjales, I. (2019). Familia y TDAH: orientaciones para la intervención. Cuadernos de pegagogía, 509, pp 83-88.
- Fundación Adana. (2006). Guía práctica para educadores: el alumno con TDAH. Barcelona: Mayo edicciones.

Thursday, January 4, 2024

TDAH- INTERVENCIÓN EN CONDUCTAS INTERNAS: NO SABE MANEJAR LA FRUSTRACIÓN

 

Imagen extraída de psikids.es

Cuando un alumno con TDAH tiene dificultades para gestionar la frustración hemos, hemos de intervenir en los siguientes ámbitos:

1. BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN
    La frustración se produce cuando existe un obstáculo entre una persona y su meta. Todos tenemos frustraciones y tienen una función adaptativa. Nos hacen reflexionar sobre cómo alcanzar nuestra meta y nos motiva a encontrar alternativas o a desarrollar nuestras habilidades para ello. Por lo tanto, el problema no es la frustración en sí, sino cómo la afrontamos y nuestra actitud hacia ella. Los alumnos con TDAH, tienen dificultades para afrontar y gestionar la frustración de manera adecuada. Para ayudarles, podemos utilizar estrategias como las siguientes:
  • Ilustra con ejemplos cómo otros niños o adultos han resuelto esa misma situación de frustración de forma exitosa.
  • Enséñale en pequeños pasos a afrontar lo que le produce frustración.
  • Enséñale de forma explícita a ser paciente y a comprender que, ni en el colegio ni en la vida, las cosas no se resuelven/consiguen de forma inmediata. No basta con decirle que sea paciente, enséñale con técnicas y ejemplos concretos a ser paciente.
  • Enséñale de manera directa y concreta a saber distinguir qué es importante y que és secundario en cada situación de frustración. Mediante prgunats, guía a tu alumno durante este proceso de identificación y de reflexión.
  • Enseña a tu alumno a establecer metas a largo plazo y definir los pasos que va a realizar para conseguir su meta, así como los tiempos.
  • Reflexiona junto con tu alumno sobre cada paso que ya ha logrado hacia la consecución de su meta a largo plazo, para enseñarle a identificar su progreso y a valorar sus logros. 
  • Enseña a tu alumno a aceptar lo que no se puede cambiar. 
  • Instruye a tu alumno para que no perciba la situación de frustración de forma extrema y para que comprenda que no hay nada horrible o terrible, sino que siempre podría ser peor. Ayúdale a ver los aspectos positivos de cada situación de frustración y al relativizar.
  • Refuerza positivamente y de manera inmediata cualquier esfuerzo de tu alumno para afrontar de manera constructiva una situación de frustración, así como cualquier avance por pequeño que sea. 
2. AUTOESTIMA E INTEGRACIÓN SOCIAL
    Para ayudar a nuestros alumnos a manejar la frustración adecuadamente, es necesario también favorecer el desarrollo de una autoestima positiva y habilidades sociales y de comunicación adecuadas. Para ello, puedes utilizar las siguientes estrategias:
  • En tu práctica docente en el aula, realiza actividades que refuercen la cohesión de tu grupo-clase y la integración de tu alumno con TDAH. 
  • Practica dinámicas de resolución de conflictos a través del plan de acción tutorial y cuando surja un conflicto en tu grupo-clase.
  • Mediante el plan de acción tutorial, realiza actividades que fomenten el autoconocimiento de tus alumnos, como por ejemplo, redacciones sobre "Las lecciones de la vida", "La metáfora del carro", "Manual del corazón" o "Mi carta" entre otros ejemplos.
  • Dale responsabilidades a tu alumno con TDAH para que se sienta útil, necesario y parte del grupo, además de para que vaya identificando lo que puede hacer bien.
  • Sé cuidadoso con el lenguaje que empleas con tu alumno en el aula para evitar el NO, ponerle en ridículo o acusaciones en público. 
  • Refuerza positivamente los logros de tu alumno con TDAH delante del grupo-clase.
3. RELAJACIÓN
   Una de las habilidades fundamentales para poder gestionar la frustración adecuadamente es saber mantenerse en calma cuando nos sentimos nerviosos y frustrados. Por ello, puedes enseñar a tu alumno técnicas como:
  • Enseña de forma individual a tu alumno con TDAH o al grupo-clase, técnicas de relajación (respiración, visualización, meditación, etc.).
  • Enseña individualmente a tu alumno con TDAH a reconocer los propios indicadores de ansiedad, nerviosismo y frustración, para que pueda anticiparlos y comprender lo que le sucede.
  • Ayúdale a identificar cómo se siente en el momento de frustración y por qué. 
  • Enséñale a valorar sus emociones y reacciones de forma proporcional a la situación de frustración. Puedes guiar a tu alumno mediante preguntas como:
         - ¿Qué me pasa?
         - ¿Cómo me siento?
         - ¿En qué parte del cuerpo lo siento?
         - ¿Por qué me siento así?
         - ¿Puedo solucionarlo yo solo?
         - ¿Puedo solucionarlo con ayuda? ¿A quién puedo pedir ayuda?
         - ¿Puedo ver el problema de otra forma? Técnica del caleidoscopio.
         - ¿Puedo pedir ayuda a alguien para que me ayude a verlo de otra manera?
         - ¿Qué he aprendido de esta situación?
         - Me siento orgulloso de mi porque....

Por último, es muy importante que todo el equipo directivo conozca las dificultades concretas del alumno con TDAH para gestionar las frustración y que todos los profesores practiquen con él las mismas estrategias para enseñarle a manejarla de forma adecuada. 

Material extraído del Seminario de TDAH de la Región de Murcia. Consejería de Educación, Formación Profesional y Empleo.

Monday, January 1, 2024

TDAH: INTERVENCIÓN EN CONDUCTAS INTERNAS: NO INICIA LA ACTIVIDAD

Imagen extraida de Diario Sur

         En ocasiones, los alumnos con TDAH presentan una serie de conductas cuyo origen se encuentra en sus emociones y en la percepción de sí mismo del alumno. Al lo largo de las siguientes entradas iremos viendo cada una de estas conductas internas. Hoy comenzamos por:

EL ALUMNO NO INICIA LA ACTIVIDAD
      Cuando un alumno con TDAH no inicia una actividad puede deberse a desatención o bien a desmotivación. Veamos algunas estrategias para cada caso:

1. NO INICIA LA ACTIVIDAD POR DESATENCIÓN
     Algunas de las estrategias que, como profesor puedes utilizar para ayudar a tu alumno a comenzar una actividad son:
  • Utiliza marcadores externos para señalar el inicio de la actividad.
  • Simplifica y secuencia las instrucciones de la tarea.
  • Permite que inicie la actividad en una mesa y localización que favorezca una mayor concentración.
  • Refuerza a tu alumno con tu atención cuando esté trabajando. Por ejemplo, pregúntale cómo va, si tiene alguna dificultad, si necesita algo, elogia lo que ya ha realizado hasta el momento, entre otros.
  • Define con más claridad la estructura de las tareas y subraya las partes más importantes. Incluye: animar a tu alumno a que tome nota de los pasos que ha de seguir o de las instrucciones, dale las instrucciones verbalmente y a la vez escritas para que no se le olviden, define de forma concreta las normas para considerar un trabajo aceptable.
  • Enséñale a estructurar la tarea. Por ejemplo, leo el título, dividir el texto en párrafos, leer y resumir cada párrafo, establecer conclusiones, etc.
  • Divide la tarea en subtareas o pequeños pasos. Permite que tu alumno se acerque a tu mesa cuando termine cada paso para enseñarte lo que ha realizado.
  • Establece tiempos cortos para realizar cada paso y utiliza un cronómetro para que el alumno sepa y vea el tiempo del que dispone.
2. NO INICIA LA ACTIVIDAD POR DESMOTIVACIÓN
  • Ten una actitud de apoyo hacia tu alumno. Transmítele que entiendes que no hace la tarea porque no sabe cómo o no se siente capaz de hacerlo, en lugar de pensar que no quiere hacerla.
  • Utiliza los mismos materiales y las mismas actividades que con el resto del grupo-clase.
  • Igualmente, refuerza a tu alumno con tu atención cuando esté trabajando. Por ejemplo, pregúntale cómo va, si tiene alguna dificultad, si necesita algo, elogia lo que ya ha realizado hasta el momento, entre otros.
  • Lleva un registro gráfico de los avances que ha realizado hasta el momento tu alumno. Enseña a tu alumno a llevar su registro y revísalo junto a él. Halaga su progreso y sus logros.
  • Define claramente, antes de comenzar la actividad, las expectativas de la tarea y los criterios de éxito. Procura que ambos sean de un nivel de complejidad que tu alumno pueda alcanzar.
  • Define y evalúa un solo objetivo por tarea aunque la tarea sea compleja e incluya otros objetivos. Por ejemplo, si tu objetivo es que realice la tarea entera en el tiempo establecido, no evalúes en esa tarea la grafía del alumno, la presentación o las faltas de ortografía, por ejemplo. Puedes establecer y evaluar cada uno de estos aspectos en otras actividades, siempre uno por uno.
Material extraído del Seminario de TDAH de la Región de Murcia. Consejería de Educación, Formación Profesional y Empleo.