Imagen extraida de Diario Sur
En ocasiones, los alumnos con TDAH presentan una serie de conductas cuyo origen se encuentra en sus emociones y en la percepción de sí mismo del alumno. Al lo largo de las siguientes entradas iremos viendo cada una de estas conductas internas. Hoy comenzamos por:
EL ALUMNO NO INICIA LA ACTIVIDAD
Cuando un alumno con TDAH no inicia una actividad puede deberse a desatención o bien a desmotivación. Veamos algunas estrategias para cada caso:
1. NO INICIA LA ACTIVIDAD POR DESATENCIÓN
Algunas de las estrategias que, como profesor puedes utilizar para ayudar a tu alumno a comenzar una actividad son:
- Utiliza marcadores externos para señalar el inicio de la actividad.
- Simplifica y secuencia las instrucciones de la tarea.
- Permite que inicie la actividad en una mesa y localización que favorezca una mayor concentración.
- Refuerza a tu alumno con tu atención cuando esté trabajando. Por ejemplo, pregúntale cómo va, si tiene alguna dificultad, si necesita algo, elogia lo que ya ha realizado hasta el momento, entre otros.
- Define con más claridad la estructura de las tareas y subraya las partes más importantes. Incluye: animar a tu alumno a que tome nota de los pasos que ha de seguir o de las instrucciones, dale las instrucciones verbalmente y a la vez escritas para que no se le olviden, define de forma concreta las normas para considerar un trabajo aceptable.
- Enséñale a estructurar la tarea. Por ejemplo, leo el título, dividir el texto en párrafos, leer y resumir cada párrafo, establecer conclusiones, etc.
- Divide la tarea en subtareas o pequeños pasos. Permite que tu alumno se acerque a tu mesa cuando termine cada paso para enseñarte lo que ha realizado.
- Establece tiempos cortos para realizar cada paso y utiliza un cronómetro para que el alumno sepa y vea el tiempo del que dispone.
2. NO INICIA LA ACTIVIDAD POR DESMOTIVACIÓN
- Ten una actitud de apoyo hacia tu alumno. Transmítele que entiendes que no hace la tarea porque no sabe cómo o no se siente capaz de hacerlo, en lugar de pensar que no quiere hacerla.
- Utiliza los mismos materiales y las mismas actividades que con el resto del grupo-clase.
- Igualmente, refuerza a tu alumno con tu atención cuando esté trabajando. Por ejemplo, pregúntale cómo va, si tiene alguna dificultad, si necesita algo, elogia lo que ya ha realizado hasta el momento, entre otros.
- Lleva un registro gráfico de los avances que ha realizado hasta el momento tu alumno. Enseña a tu alumno a llevar su registro y revísalo junto a él. Halaga su progreso y sus logros.
- Define claramente, antes de comenzar la actividad, las expectativas de la tarea y los criterios de éxito. Procura que ambos sean de un nivel de complejidad que tu alumno pueda alcanzar.
- Define y evalúa un solo objetivo por tarea aunque la tarea sea compleja e incluya otros objetivos. Por ejemplo, si tu objetivo es que realice la tarea entera en el tiempo establecido, no evalúes en esa tarea la grafía del alumno, la presentación o las faltas de ortografía, por ejemplo. Puedes establecer y evaluar cada uno de estos aspectos en otras actividades, siempre uno por uno.
Material extraído del Seminario de TDAH de la Región de Murcia. Consejería de Educación, Formación Profesional y Empleo.
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