Friday, August 25, 2023

EL ALUMNO ACTIVO

 


LO QUE VES

            Tu alumno tiene dificultades para mantener la atención y para centrarse en una tarea. Parece que no puede estar relajado realizando su actividad y, con frecuencia, molesta a sus compañeros de clase. Se mueve constantemente en su silla, se levanta y se mueve por el aula continuamente y sin tu permiso. Habla mucho a destiempo y te interrumpe cuando estás hablando o explicando algo. Parece tener dificultades para seguir las normas de aula y te da la sensación de que no obedece.


LO QUE EN REALIDAD ESTÁ PASANDO

          A menudo, los profesores describen a estos alumnos como "hiperactivos", utilizando frecuentemente este término de manera general, para referirse a aquellos alumnos que son más activos que la media o que parecen tener dificultades para cumplir las expectativas del profesor, acerca de sus estándares de conducta durante la realización de las tareas escolares. El alumno activo, no se mueve constantemente, interrumpe, desobedece o no sigue las instrucciones intencionalmente, sino que existe una causa. En los casos más extremos, puede deberse a una causa orgánica o ambiental. En otros casos, en edades infantiles, algunos alumnos todavía no han desarrollado la capacidad para mantener la atención de forma sostenida ni para permanecer sentado realizando su tarea por un tiempo largo. Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo que depende de distintas variables. Otras veces, las dificultades de tu alumno pueden deberse a problemas en casa, a algún acontecimiento traumático, a algún cambio importante en su vida o bien, a dinámicas familiares y estilo parental inadecuado.


¿QUÉ HACER?

             No asumas enseguida que tu alumno tiene un Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Hay niños que son muy activos por naturaleza o por alguna causa ambiental y no tienen porqué tener este trastorno. Por ello, aplica primero estas estrategias:

  • Establece únicamente objetivos a corto plazo con tu alumno.
  • Dale instrucciones directas y precisas de cada actividad. Puedes usar una "check list" combinada con la técnica autoinstrucciones para que el alumno pueda consultar cada paso que compone la actividad que ha de realizar. 
  • Ayúdale a entender y a controlar el tiempo. Asigna un tiempo concreto para cada paso de la actividad y utiliza un cronómetro o un reloj de arena para que el alumno controle por sí mismo el tiempo de trabajo y de descanso.
  • Intercala las actividades de mesa con otras actividades o tareas que impliquen movimiento como borrar la pizarra, hacer una fotocopia, ordenar el rincón de los cuentos, repartir material entre sus compañeros, entre otras.
  • Permite a tu alumno descansos frecuentes entre las actividades en los que se pueda mover de forma controlada y funcional con tareas como las citadas anteriormente. 
  • Coloca en el aula materiales visuales con las normas y rutinas del aula para que el alumno las pueda recordar. 
  • Crea en tu aula un rincón de relajación donde pueda ir tu alumno a relajarse. Averigua cuál es el canal sensorial que más le relaja (vista, oído, tacto, olfato) y provee el rincón con materiales sensoriales que le gusten a tu alumno. Enseña a tu alumno a cómo usar este rincón y materiales para relajarse, así como el tiempo que puede estar en él.
  • Habla con los padres de tu alumno para identificar si tu alumno es igualmente muy activo en casa y para conocer las estrategias que usan los padres al respecto. Averigua qué estrategias de las que usan los padres en casa, funcionan bien con tu alumno y úsalas también en tu aula. Igualmente, puedes orientar a los padres sobre las estrategias que tú usas en tu aula y que le van bien a tu alumno para que ellos las puedan aplicar también en casa. 
  • Conoce los horarios y rutinas de tu alumno en casa: ¿tiene una alimentación equilibrada?, ¿a qué hora se acuesta por la noche? ¿duerme suficientes horas?, ¿tiene dificultades para dormir?, ¿qué pautas educativas utilizan los padres?, ¿hay horarios y rutinas en casa?, ¿ha ocurrido algo extraordinario en la familia?. Toda esta información te ayudará a identificar si el nivel alto de actividad de tu alumno puede deberse a factores ambientales.
  • Si a pesar de aplicar estas estrategias tanto en el aula como en casa, tu alumno sigue mostrando un nivel alto de actividad y te preocupa, comunícaselo al orientador educativo de tu centro escolar para que lo evalúe y lo derive al especialista para su exploración.


¿QUÉ NO HACER?

  • No etiquetes a tu alumno con el término hiperactivo o TDAH. Como hemos visto, el nivel alto de actividad se puede deber a distintas causas, por lo que hemos de aplicar todas las estrategias de intervención antes de preocupar a los padres con la posibilidad de que tu alumno pueda tener este trastorno. 
  • No pienses que tu alumno es capaz de estar sentado tranquilo haciendo su tarea, pero que no lo hace porque no quiere. Recuerda que puede que no tenga la capacidad de hacerlo o que no tenga adquiridos las habilidades y hábitos necesarios. En todo caso, ten presente que no lo hace intencionalmente. 
  • No fuerces a tu alumno a estar sentado sin moverse por largos periodos de tiempo. No será productivo, ya que estos alumnos pueden concentrarse mejor si se les permite moverse de vez en cuando. Por ello, en lugar de prohibirle que se mueva, da funcionalidad a su movimiento.
  • No castigues a tu alumno porque no ha sido capaz de permanecer sentado sin moverse todo el tiempo que le has dicho. Recuerda que es más productivo que determines períodos cortos de tiempo, durante los cuales, tú preveas que tu alumno será capaz de permanecer sentado realizando su tarea, y entre esos períodos, permítele moverse de manera funcional y controlada por ti. 


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